22 de junio de 2018

Caminando a pie descalzo - Viaje Roma y Asís

Roma y Asís
Descalzas a renovar nuestra fe y espiritualidad

Caminar a pie descalzo es dejarnos conducir hacia lugares que nos conectan con el centro de nuestra fe y espiritualidad franciscana “Roma Y Asís”, lugares que mantuvieron nuestros pies y sentidos en movimiento, lugares que no solo recrean la vista por la belleza física de sus estructuras sino que además recrean el alma e invitan a remover la Tierra interior.
En Roma y Asís, nos sentimos llamadas a vivir desde lo esencial, desde el Evangelio, a tocar la humanidad empezando por la propia, a silenciar el alma para escuchar la voz de Dios y desde allí ofrecer la vida, a redescubrir la urgencia de acercarnos al necesitado y ponernos del lado del que sufre, a escoger como Francisco el Cristo Pobre y crucificado.  Asís, de manera especial, nos llevó a las raíces y nos hizo revivir el sueño de la fraternidad, una fraternidad de “corazón bondadoso y vida sencilla”.
No fue un simple viaje, fue una oportunidad de volver a preguntar hoy al Señor, como lo hizo Francisco ¿Qué cosa quieres que haga? Y el Señor insiste “Repara mi iglesia”.  Y sin entenderlo aún, le decimos, Señor, Ilumina las tinieblas de nuestro corazón para saber hacia dónde nos conduces.
Y, a todas nuestras HERMANAS FRANCISCANAS DE LA INMACULADA, MUCHAS GRACIAS, así con mayúscula, porque ustedes han hecho posible que vivamos esta experiencia que nos ha ayudado a ver el pasado con gratitud y el futuro con esperanza. Gracias por el Don de la fraternidad.



 




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